Juan Pablo Montoya ha regresado a Estados Unidos para reconciliarse con los triunfos que le estaba negando la Fórmula 1 y ha empezado del mejor modo posible la temporada 2007.
El colombiano, hasta el año pasado piloto de McLaren, se impuso ayer en una de las pruebas más tradicionales del automovilismo estadounidense: las 24 Horas de Daytona. Montoya afrontaba su primera gran prueba de resistencia (antes sólo había competido en pruebas de larga duración en kárting) compartiendo el volante de un Lexus Riley con el estadounidense Scott Pruett y el mexicano Salvador Durán.
Un desafío que le propuso el jefe de su escudería de la NASCAR, el campeonato en el que competirá durante esta campaña, y que Juan Pablo aceptó no sin ciertos temores: "Uno no quiere ser el que cree los problemas al equipo. En esta carrera hay que entender que se pierde y se gana juntos, así que te ayuda a tener una relación muy especial con los otros pilotos". Y, a la vista de los resultados, parece que One ha aprendido bien la lección.
Durante buena parte de la competición, su equipo mantuvo una cerrada lucha con el Pontiac conducido por Carpentier, Mannin, Dalziel y la piloto venezolana Milka Duno (una de las dos mujeres entre los 72 inscritos), que finalmente tuvo que doblegarse ante el empuje de sus rivales, que rodaban bastante más rápido sobre todo cuando llegaba el tiempo del relevo del colombiano. Y la pugna resultó tan apasionante, que al finalizar la carrera se mostró entusiasmado: "Ha sido alucinante. Después de veinte horas de competición, tres coches estábamos separados por sólo unos segundos. Cada vuelta era como de calificación, me ha parecido muy emocionante".
Casi 4.000 kilómetros. Los vencedores completaron un total de 668 vueltas al óvalo y 3.826 kilómetros. La carrera fue retenida por el coche de seguridad en trece ocasiones, además de una detención con bandera roja durante más de una hora, después de que un participante arrancará en un accidente más de ochenta metros de guardarrail.
El catalán Oriol Serviá también afrontaba su primera participación en las 24 Horas y saldó el debut convenciendo. Junto a Memo Gidley, Fabrizio Golli y Michael Jourdain llevaron su Ford hasta la séptima posición final, a trece vueltas del equipo vencedor.
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